El lunes de la semana pasada nos vinimos a Madrid para realizar la formación con la empresa, que va del 29 de julio al 28 de octubre. La verdad es que todo ha sido muy rápido puesto que, aunque ya había cerrado la negociación con la empresa un par de semanas antes, tenía que decidir la fecha de vuelta a Madrid acorde con las tareas que me quedaban en el MBA. El viernes anterior, día 24, tenía que hacer una presentación de equipo, así que decidí sería mi último acto presencial.Ya lo tenía hablado con mi equipo (del que tengo un apoyo total) y con el director del máster. Sólo me voy a saltar algunas clases magistrales y la presentación de la quinta parte del company project a los tutores y a la empresa. Ya comentaré estas tareas más adelante.
Así que ya estamos en Madrid, incluso un poco asentados. La semana pasada fue auténticamente de locura, con el viaje, la puesta a punto de la casa y el comienzo del curso en la empresa. Para colmo, el martes fui al hospital porque arrastraba molestias en un pulgar desde el viaje de Bélgica, y salí con la mano escayolada porque lo tengo roto. Afortunadamente, mis padres vinieron para ayudarnos con la casa y los niños.
El cambio de clima es brutal en esta época, pasando de poder disfrutar los jardines por las tardes y dormir con edredón, a refugiarse en la piscina y el aire acondicionado tanto como se pueda. Y eso que tuvimos suerte y las temperaturas no eran "extremas", especialmente por las noches. Pero aún así añoramos las temperaturas que teníamos por allí.
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