Navidad en Dublín

Aspecto que mostraba Grafton St. el domingo pasado alrededor de las 5 de la tarde

Grotto del Centro Comercial de Dundrum. Se ve el lateral y la entrada de una de las dos cabañas que conforman el Grotto. En la primera se hace un recorrido por escenas navideñas con numerosos adornos (para que la cola se haga en el interior protegidos de la lluvia y el frío). En la segunda es donde hay varias habitaciones para que los niños puedan ver a Santa Claus (hay tres para "aumentar la productividad"). Aún así es normal tener que esperar varias horas en la cola.

Decoración navideña en el centro comercial Jervis, cerca de la "aguja". A la izquierda se aprecia un Papa Noel que sube y baja por una cuerda, y justo detrás de él, su Grotto.

La Navidad en Dublín empieza, comercialmente hablando, al día siguiente de Halloween, a primeros de Noviembre. Los adornos públicos los inaguran a finales de ese mes, de manera que durante todo Diciembre se puede disfrutar de un entorno más entrañable, especialmente por la noche. No es que se adornen muchas calles, pues parece que el Ayuntamiento se centra en unas pocas céntricas. El resto corre por cuenta de los comercios.

Me gusta el desarrollado concepto de "stand" que ponen para Santa Claus (lo que sería el típico lugar donde se pone un rey mago o cartero oficial a recoger las cartas). Lo llaman Grotto (gruta) y es donde los niños pueden compartir un rato con él, decirle lo que quieren que les traiga, hacerse una foto y recoger un regalito que le da personalmente. Por todo ello hay que pagar un precio por niño que ronda los 10 euros (el precio del regalo casi lo vale, al menos en Dundrum). Nosotros fuimos el pasado sábado a hacer la visita y tuvimos que esperar unas 2 horas en la cola, puesto que se trata del más grande y bonito que hay (al menos, que yo conozca). También organizan alrededor otros actos infantiles, como guiñoles, pintado de caras, un minitren "de vapor" para hacer un recorrido por el centro, tiovivos, etc.

Había notado que la actividad comercial había disminuido este año a causa de la crisis, no hasta el extremo de España pero sí que se notaban las tiendas, calles y centros comerciales menos ocupados. Sin embargo, desde que empezó la campaña navideña, otra vez se ha reactivado. Se pueden ver los aparcamientos completos (como el de Dundrum, con más de 3.000 plazas), colas en las cajas registradoras (conté 22 personas delante mía el otro día en una tienda con bastantes cajas), calles abarrotadas, restaurantes que llenan todas sus mesas, etc. Aún me sigue sorprendiendo la actividad que hay en las calles comerciales incluso de noche (a pesar del mito que a las 5 no hay un alma). Los fines de semana llega a ser incluso incómodo andar por Grafton St, Henry St, todo el recorrido entre ambas, etc.