Thursday, May 20, 2010

El recorte salarial de los funcionarios no afectará a muchos enchufados


No es extraño encontrar en la prensa algún artículo que nos recuerde la preocupación existente por el creciente desequilibrio entre el número de trabajadores en activo y el de jubilados. Es menos frecuente encontrar algo sobre el similar desequilibrio entre el número de trabajadores y el de funcionarios, aunque aquí ya lo he comentado alguna vez (por ejemplo, http://cordobesapiens.blogspot.com/search/label/Actualidad).
Ahora está de plena actualidad el recorte salarial de entre el 0,56% y el 7% que van a sufrir estos empleados públicos ya sean estatales, autonómicos o locales. Pero no los correspondientes a empresas públicas. Y es muy llamativo porque es donde se encuentran gran parte de los "enchufados" de los que están el poder, tanto por la mayor facilidad de colocación como por los sueldazos que pueden percibir.
Baste como ejemplo citar a Andalucía, donde a pesar de cambiar de presidente las cosas siguen funcionando exactamente igual. Podríamos aplicar el refrán aquél del mismo perro pero con distinto collar (aunque sería más bien lo contrario, diferente perro pero con el mismo "collar"). Pues bien, en Andalucía existen 4.670 trabajadores en las 172 empresas de la Junta (es decir, sin incluir las empresas municipales y provinciales). Sólo en Canal Sur se gastan 74 millones de euros en salarios de altos cargos (su director general gana 139.000 euros anuales), más 115 millones para los de EGMASA, más 17 millones para los de EPSA, etc. Y el número de trabajadores de estas empresas en esta región aumentó un 8,3% tan sólo en los dos últimos años. Es decir, todo un derroche. Y el coste que suponen estas empresas y sus trabajadores no están incluidos en las estadísticas que nos dicen que Andalucía dedica el 20% del PIB al pago de los funcionarios (el doble que la comunidad de Madrid).
El recorte salarial de los funcionarios no deja de ser otro parche para intentar arreglar la economía o las cuentas del Estado. Y más chapucero y sesgado es si tenemos en cuenta que no va a afectar a los empleados de las empresas públicas, a pesar de los mayores sueldos que tienen y la ausencia de pruebas de capacitación (oposiciones) para su contratación. Debe ser que no quieren fastidiar a los amigotes o que no quieren rebajar el sueldo de puestos que pueden ocupar en un futuro cercano. Y en cuanto a la medida como tal, no es el sueldo de los funcionarios lo que es una carga, sino su número, y aún más si incluimos los correspondientes a las empresas públicas. Es insostenible que haya un empleado público por cada 4 ó 5 trabajadores en activo (y cercano a 3 en alguna comunidad), y peor aún que este desequilibrio siga aumentando. Hay que tener un cuerpo de funcionarios con salarios dignos pero en su justa medida, donde se prime la productividad y eficiencia y se corten los "atajos" para llegar a estas posiciones (como la idea del presidente andaluz de no convocar oposiciones e ir cubriendo los puestos públicos vacantes con trabajadores de empresas públicas).

Friday, May 14, 2010

4 necesidades de los empleados


Una visión anticuada sobre el tipo de liderazgo que el jefe ejerce sobre el empleado es aquella en que el jefe tiene algo que el empleado necesita (dinero) y viceversa (mano de obra). Pero la realidad es que el trabajador busca y necesita algo más que dinero por su contribución al producto o servicio creado o prestado por la empresa. Una visión amplia de las diferentes necesidades que el trabajador necesita satisfacer (y por orden) la aportó Maslow con su pirámide o jerarquía de necesidades. Esta teoría ayuda a entender qué es lo que motiva a los trabajadores y, por lo tanto, a los jefes para conseguir que un equipo rinda adecuadamente.
Una visión más actual sobre el liderazgo (transformational leadership) que tiene en cuenta teorías como la de Maslow reconoce que hay 4 necesidades humanas básicas que los líderes deben satisfacer para que los miembros de su equipo estén motivados, y considera no sólo los aspectos profesionales sino también los personales, intelectuales y emocionales. Éstas son:
  1. La necesidad de amar y ser amado: Es decir, que la persona se sienta querida e importante, para lo que su jefe debe prestarle la atención personal debida. El líder del equipo debe cuidar a sus miembros y éstos deben sentirse queridos por él, al igual que deben querer/respetar a su líder.
  2. La necesidad de crecer: Mantenerse, permanecer estable es sólo un concepto teórico que no tiene aplicación real. Si no se crece, se decrece. El líder debe posibilitar el crecimiento personal y profesional de sus miembros, así como del equipo como tal.
  3. La necesidad de contribuir: Los trabajadores deben ser conscientes de que están contribuyendo al todo, al esfuerzo colectivo para alcanzar las metas. Si alguien siente que no está ayudando a conseguir los objetivos, tenderá a disminuir su rendimiento porque pensará que su tarea no añade ningún valor.
  4. La necesidad de significado: El ser humano busca sentido a lo que hace. Para que el trabajador esté comprometido necesita encontrar un significado a lo que realiza. Es el clásico ejemplo del albañil no motivado que cree que su trabajo consiste simplemente en poner ladrillos, frente aquél que sí lo está y dice dedicarse a construir catedrales (por ejemplo).
No es fácil conseguir satisfacer estas necesidades, pero el líder que así lo hace consigue un equipo apasionado, comprometido y donde el valor del equipo es mayor que la suma de los valores individuales.