La espera

Aunque el director me había transmitido la aceptación verbalmente, me dijo que recibiría una carta confirmándolo. Efectivamente, a la semana o poco más recibí una carta del director del MBA donde me decía que estaba aceptado (y recomendación de dos academias de inglés que le había pedido), pero decía que se trataba de una aceptación provisional y que debía esperar a la carta formal del decano de la escuela de negocios. Por correo electrónico la secretaria del curso me dijo que en poco tiempo la recibiría. Pasaron varias semanas sin noticia alguna y en la web sólo decía que en breve contactarían conmigo. Finalmente me dijeron por correo electrónico que ya habían salido las cartas. Efectivamente, en unos días la recibí. La abrí con gran expectación y, para mi sorpresa, se trataba de una carta dirigida a una chica canadiense. Por correo electrónico les advertí del error y me respondieron que había habido un problema con las cartas y que me la volverían a enviar, junto con los detalles para los pagos correspondientes a las tasas.
Quería recibirla cuanto antes para, por un lado, tener la tranquilidad de estar definitivamente admitido y poder olvidarme de las solicitudes para otras escuelas y, por otro, para irme a Dublín para buscar casa y academia de inglés, pues quería mejorar mi nivel de inglés un par de meses antes de empezar el MBA.Ante mi insistencia la secretaria del curso me dijo que no me preocupara, que la carta era sólo una formalidad y que yo formaba parte de los alumnos admitidos. Estábamos a finales de mayo, por lo que enseguida reservé vuelo y hotel para irnos a Dublín la segunda semana de junio. En pocos días recibí ya la carta con la confirmación y las condiciones de pago