El traslado

El contrato de alquiler del piso marcó nuestra fecha de desplazamiento a Dublín. Ahora teníamos que buscar el vuelo y la manera de trasladar “las cosas más necesarias” de nuestra casa en Madrid a Irlanda. La idea era llevarnos lo mínimo, pero también queríamos que los niños se sientieran allí como en casa con sus juguetes y demás, y tampoco queríamos comprar muchas cosas allí para no duplicar nuestras pertenencias. Intentando sopesar todo, al final salieron 13 cajas grandes con más de 300 kg.
El vuelo lo reservamos con Aerlingus, y tras comparar elegimos Iberia Cargo para llevar las cajas, pues aunque era muy incómodo ya que hay que llevar y recoger todo en el aeropuerto, era lo más barato. Pero cuando llegó el momento de la reserva, Iberia nos puso muchos problemas y no nos garantizaba la fecha de recogida, pues va en función del hueco que haya en los aviones comerciales que van a ese destino. Como no podía aceptar esa incertidumbre, buscamos otra alternativa que resultó más cómoda y barata: TNT. Recogieron todos los paquetes en casa en Madrid, los dejaron a los pocos días en Dublín (exactamente en los días convenidos) en buen estado, y el precio fue hasta algo más barato que Iberia Cargo.
La única anécdota negativa fue con Hertz, la compañía de alquiler de coches, en Dublín porque intentó darnos un vehículo inferior al alquilado y pagado. No sólo tuvimos que reclamar, sino también que insistir porque el empleado que nos atendió no accedía a hacerlo hasta que un superior le ordenó que lo hiciera. Sólo fue una anécdota pero nos hizo llegar bastante tarde al piso donde habíamos quedado con la inmobiliaria.