Irlanda: ¿Icaro del siglo XXI?

Cuenta la mitología griega que Ícaro y su padre Dédalo estaban encarcelados en la isla de Creta. Para poder escapar el padre construyó unas alas con plumas y cera para salir volando de la isla. Dédalo le dijo a Ícaro que no volase muy alto para que el calor del sol no derritiera la cera y, por lo tanto, deshiciera las alas. Pero una vez que estaban volando Ícaro fue ascendiendo más y más atraído por la belleza del paisaje, sintiéndose poderoso y despreciando el riego que ello suponía. Evidentemente, el sol acabó por derretir la cera, las plumas se fueron desprendiendo e Ícaro cayó al mar.
Hace menos de 15 años Irlanda era el país más pobre de la Unión Europea, con pésimas infraestructuras, gran índice de paro y tradicionalmente un país de emigrantes. Gracias a ser miembro de la UE, tener una población joven, un impuesto de sociedades de sólo el 12%, tener el inglés como lengua, un nivel salarial relativamente bajo, buena productividad, etc., empezó a recibir subvenciones e inversiones y pasó a ser el segundo más rico de la UE. Y tal vez pensó que no tenía nada que temer....
Al contrario de lo que suele ocurrir, el sector público fue el que empujó el nivel salarial a una cota excesivamente alta (para serguir siendo competitivos), teniendo el segundo salario mínimo más alto de la UE y convirtiendo a Dublín en una de las ciudades más caras del mundo, por ejemplo. La productividad también se ha ido reduciendo, y aunque han mejorado las infraestructuras, tampoco lo han hecho a la velocidad que su PIB. Esto ha llevado a que la crisis generalizada arrastre Irlanda de una manera que muchos se preguntan en qué situación quedará.
El paro ha alcanzado el 11% (parte de los inmigrantes que ha venido recibiendo en estos años ya están abandonando la isla) y se estima que llegue al 16% a finales de año, en sólo 6 meses el gobierno ha hecho 2 presupuestos para intentar tapar los desfases que hay, están subiendo los impuestos de manera importante (lo contrario a lo "recomendado" tradicionalmente, las conocidas políticas keynesianas), la pirámide de población se está invirtiendo rápidamente, algunas multinacionales ya se han largado o han planeado hacerlo ante la reducción de productividad y el excesivo coste de la mano de obra, etc.
¿Se ha acercado Irlanda demasiado al sol de manera que se le están derritiendo las alas? Esperemos que no.