Durante la semana he visto que las portadas de los periódicos, escritos y de internet, recogían noticias y fotos de carreras de caballos. Sabía que era algo muy popular en Irlanda pero no me había dado cuenta de la pasión que hay hasta ayer.
Ayer acabé los exámenes y, cómo no, nos fuimos a tomar unas pintas para celebrarlo (desde las 12 de la mañana). Primero estuvimos en la terraza de un pub que hay casi pegado a Grafton (Bailey). No es que luciera el sol pero a la gente le apetecía sentarse al aire libre. Allí el ambiente fue tranquilo y relajado, muy apropiado para las primeras pintas y la comida. Sobre las 4 nos fuimos a otro pub cercano donde tenían una tele enorme en la que podíamos ver las carreras de caballos. Como es normal, cada carrera dura escasos minutos y luego hay unos largos preparativos para la siguiente. Durante éstos, la gente bebe, charla, etc; pero cuando comienza la carrera todo el mundo se gira a ver la tele y comienzan a animar a sus apuestas (además, había jockeys irlandeses en estas carreras, que se celebran cerca de Manchester, y claro, siempre está el placer de ver ganar a un irlandés y ver perder a muchos ingleses). Para mí fue una sorpresa ver la pasión que levantan las carreras: todo el mundo de pie, gritando, gesticulando, etc. Como lo que podríamos ver en España en una buena y emocionante final de fútbol. Reconozco que el espíritu era contagioso y sí que me parecieron emocionantes. Toda una experiencia nueva.
Ayer acabé los exámenes y, cómo no, nos fuimos a tomar unas pintas para celebrarlo (desde las 12 de la mañana). Primero estuvimos en la terraza de un pub que hay casi pegado a Grafton (Bailey). No es que luciera el sol pero a la gente le apetecía sentarse al aire libre. Allí el ambiente fue tranquilo y relajado, muy apropiado para las primeras pintas y la comida. Sobre las 4 nos fuimos a otro pub cercano donde tenían una tele enorme en la que podíamos ver las carreras de caballos. Como es normal, cada carrera dura escasos minutos y luego hay unos largos preparativos para la siguiente. Durante éstos, la gente bebe, charla, etc; pero cuando comienza la carrera todo el mundo se gira a ver la tele y comienzan a animar a sus apuestas (además, había jockeys irlandeses en estas carreras, que se celebran cerca de Manchester, y claro, siempre está el placer de ver ganar a un irlandés y ver perder a muchos ingleses). Para mí fue una sorpresa ver la pasión que levantan las carreras: todo el mundo de pie, gritando, gesticulando, etc. Como lo que podríamos ver en España en una buena y emocionante final de fútbol. Reconozco que el espíritu era contagioso y sí que me parecieron emocionantes. Toda una experiencia nueva.
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