El sector farmaceútico

Mansión de Powerscourt desde sus jardines

Es conocido el poder que tiene la industria farmaceútica en el mundo, considerada como uno de los lobbies más importantes. Todos hemos leído noticias al respecto y visto películas inspiradas en la influencia que ejercen gracias al dinero que mueven. Pero aún así causa sorpresa cuando se analiza un poco.
Las ventas en 2008 fueron de 725.000 millones de dólares, de los cuales "sólo" 65.000 procedieron de los medicamentos genéricos. Por lo tanto, 660.000 millones fueron ventas de medicamentos con marca y patente registrada, que proceden del I+D de cada una de de las empresas y que luego comercializan. Durante el año pasado se gastaron más de 100.000 millones de dólares en I+D, ya que cada nuevo medicamento supone una media de unos 850 millones de dólares y entre 10 y 15 años.

Para comercializar un medicamento las empresas necesitan recibir la autorización de la agencia competente, como la FDA en USA. Para ello deben seguir una serie de fases: desde el estudio de patologías y sustancias químicas hasta las 3 fases (y la agencia debe ser informada de ella y autorizar que se proceda a la siguiente) en la que se prueba en humanos. La mayoría de las sustancias, alrededor del 90%, nunca llega a la aprobación, de ahí el alto coste que supone conseguir una que realmente se comercialice.

Para recuperar esta inversión los medicamentos tienen un margen de beneficios enorme. Tanto es así que el margen neto del sector es del 17%, lo que supone entre el doble y el triple de otros grandes sectores. Las autoridades le conceden a las empresas una patente para que comercialicen dichas sustancias en exclusividad (un monopolio legal para incentivar que las empresas inviertan en investigación) que viene a ser de unos 20 años, aunque depende del país.

Los genéricos copian las sustancias "de marca" una vez que la patente expira, y sólo deben hacer las pruebas clínicas en humanos para comprobar que realmente es una copia de la sustancia, que es estable, no nociva, con la formulación apropiada, etc. Y por ello los precios no son ni una décima parte. Pero aún así hay gente que sigue comprando los de marca, cuando químicamente son iguales y han sido testados para certificarlo.