No por mucho madrugar...

Jardines y mansión de Powerscourt

...amanece más temprano, dice nuestro sabio refranero. En Irlanda, y especialmente en esta época del año, el refrán debería decir No por mucho madrugar te levantas de noche. Y es que empieza a amanecer a las 4 de la madrugada, teniendo plena luz del día antes de las 5 (por ejemplo, yo leo el periódico en casa sobre las 5 sin necesidad de luz artificial). Y anochece alrededor de las 11, por lo que los días son muy largos. El hecho en sí no es que sea malo, pero combinado con la ausencia de persianas en las casas, hace que sea molesto, sobre todo si estás acostumbrado a dormir de noche. Aunque al llegar compramos unas cortinas especiales (llamadas blackout) y también dejamos las que ya estaban puestas, sigue entrando claridad. Además, en los pasillos hay tragaluces que, aunque cierres las puertas, siempre cumplen con su función.

Y no es que uno sea un "quejica", pero a ver quién le explica a los niños que aunque sea plenamente de día, realmente es de noche y deben ir a la cama a dormir. Desde luego es un motivo extraordinario para enseñarles a los pequeños de la casa la noción del tiempo y que sepan leer un reloj.

En invierno las noches son muy largas, anocheciendo sobre las 4 de la tarde. El inconveniente vuelve a venir de la mano de los niños, pues hay que tenerlos en casa toda la tarde encerrados. Personalmente he encontrado estos aspectos los más molestos del tiempo en Irlanda, ya que ni la humedad ni el frío son tan extremos. Y ahora es un auténtico gustazo disfrutar de temperaturas entre 15 y 22 grados cuando en España se están friendo. Mis padres me contaban que el pasado viernes cuando iban a casa (Córdoba) a las 11 de las noche vieron que la temperatura en la calle era de 36 grados.